Visitando a Nate

Tras salir del hotel, y sin compañía alguna, decidi ir a visitar a Nate. Quizás ya supiese sobre la vuelta de Serena. Aprovecharía para hablarlo con él, y la compañía de un buen cigarrillo nunca era rechazada.
Bajé de la limousina y me acerqué a la puerta principal. Llamé al timbre y esperé a que alguien abriese.

Me levante del sofá al escuchar el timbre. Miré por la mirlla antes de abrir la puerta. Se trataba de Chuck. Menos mal, me hacía falta una sesión con él.
Abrí la puerta y le abrí paso para que entrara.
- ¿Que tal Chuck? Me alegro de verte -dije indicándole que pasara al salón.

Cerré la puerta y entré junto con él al salón.

Tabaleé los dedos en el marco de la puerta hasta que senti que alguien miraba por la mirilla. Cuando abrió sonrei de medio lado.
Lo se.
Dije cuando dijo que se alegraba de verme. Entré y me paré detrás de él.
Y se que también te alegras de verlos a ellos.
Saqué una cajetilla de cigarrillos ya liados con marihuana. Avancé hacia el salón y me senté en el sofá, aprovechando para sacar el mechero del otro bolsillo.
¿Sabes ya lo de Serena?
Pregunté mientras me encendía un cigarrillo.

Llegamos hasta el salón y nos sentamos en el sofá, cuando vi como Chuck sacaba un paquete cigarrillos liados con marihuana. Claro, que no me sorprendía viniendo de él. Y a mí no me vendría mal uno.

- Claro. -dije mientras sacaba uno del paquete y me lo enciendía con cuidado. - Me la encontré esta mañana en el centro comercial. -dije recordándolo.

Me habría gustado ver la cara de mi amigo cuando vió a Serena. Probablemente de deseo y confusión al mismo tiempo. Asenti tranquilamente mientras daba una calada a mi cigarrillo.
Algo raro su desaparición semestral.
Dije fingiendo ignorancia mientras observaba todos sus gestos.
¿Te ha contado el motivo?

Le miré entrecerrando los ojos. A veces me preguntaba si Chuck estaba al tanto de la situación, nunca me había comentado nada, pero raramente, él siempre se enteraba de todo.

- Pues sí, muy rara... -suspiré resignado- He intentado hablar con ella y que me contara algo de porque se marchó así. Pero solo he conseguido un "no es el momento".

Para Serena nunca era el momento apropiado. Evadía los problemas con demasiada facilidad. Habrá que ver cómo repele el problema cuando esté frente a su 'inseparable' amiga Blair Waldorf.
Asentí y solté el humo, o mejor dicho delicioso humo, para después volver a dar una calada y soltarlo de nuevo.
Me gustaría saber las explicaciones que le dará a Blair.
Comenté mirando hacia ningún lugar en particular.
Lo que verdaderamente me gustaría sería poder hablar con Blair sobre el tema. Ella siempre tan desagradable conmigo... a veces me gustaría que se enterase del por qué Serena desapareció durante 6 meses. Pero Nate Archibald era mi mejor amigo ante todo.

- Sí, a mí tambien... -dije con tono preocupado. A saber lo que le decía... ¿Y si se lo contaba? ¿Si le decía lo que pasó en la boda? ¿Que pasaría conmigo y con Blair? ¿Se terminaría? ¿Y con Serena? Tenía demasiadas preguntas en la cabeza, y todas dependian de una sola persona. Serena.
Di una calada a mi porro y expulsé el humo muy lentamente, disfrutando de su sabor.

Si de algo pecaba era de bocazas. Podría tener mucha paciencia, pero decía todo aquello que pensaba sin importarme las consecuencias que ello acarrease. La pregunta que llevaba haciéndome desde que me enteré de la infidelidad de Nate volvía a renacer en mi cabeza desde que encontré a Serena en la cafetería. Decidi preguntarlo sutilmente para no decir directamente que sabía todo lo que estaba ocurriendo.
Nate, sinceramente... ¿estás enamorado de Blair?
Sabía desde hacía cuanto se remontaba su relación, desde la guardería, nada menos. No obstante, una relación tan temprana supone una especie de 'matrimonio de conveniencia', solo que en este caso sería más apropiado llamarlo 'relación de conveniencia'. Además, desde la boda era más que evidente.

La pregunta de Chuck me dejó totalmentep lanchado. Di varias caladas al porro antes dce responderle. La pregunta retumbaba en mi cabeza una, y otra, y otra vez... Debería responder un sí sin pensarlo. Claro que... Nunca había tenido mucha opción a cuestionar mis sentimientos hacia Blari, no por mi bien o... Más bien por el de nuestras familias.

- Claro... Claro. ¿Por qué me preguntas eso, Chuck? -dije mirándole con seriedad.

Su respuesta era predecible, demasiado en mi opinión. Habría preferido alguna confesión, o al menos un gesto de duda... quizás inseguridad, sin embargo, seguía diciendo lo mismo que siempre. No sabía si es que le amaba de verdad o se engañaba a sí mismo bajo aquella más que oída afirmación.
Me limité a asentir con cara de póker cuando respondió.
Era solo curiosidad... no parece que os vaya muy bien últimamente.
Dije con rodeos, intentando sacar algo más de información a Nathaniel.
Volvi a dar sucesivas caladas al porro mientras le observaba con total atención.

Hice una mueca mirándole extrañado. Me iban bien las cosas con Blair. Es más, había quedado con ella esta noche y... Podrían ir las cosas mejor que bien.
- No entiendo porque dices eso... Estamos bien juntos... -miré a Chuck entrecerrando los ojos. Algo se traía entre manos y estaba intentando sonsacarme- ¿Que ocurre realmente Chuck? -pregunté sin rodeos

Suspiré rendido. O se lo decía o tendría que cortarme la lengua.
Es sobre Serena, sobre tí y Serena.
Dije directo al grano. No consideré que fuese necesario dar más información, era más que suficiente decir su nombre para que se diese cuenta de a lo que me refería. Él no sabía que los había visto en la boda, desde arriba, pero al menos debería intuirlo tras esta conversación.
Lo se todo, Nate.
Apagué la colilla del porro y le miré a los ojos.

Abrí la boca de par en par sorprendido y me tiré largos segundos en silencio mientras daba una larga calada al porro.
Alcé los ojos y le miré. Lo sabía. Chuck, lo sabía. ¿Como no me había dado cuenta? ¿Y como no me habia dicho nada?
- ¿Te lo ha dicho ella? -pregunté intrigado.

Negué lentamente con la cabeza. Parecía mentira que fuese capaz de decir esa locura. ¿Serena Van Der Woodsen contándome algo? Ni siquiera sería capaz de contarme algo sin importancia, a menos que necesitase mi ayuda, como ha sido el caso de Georgina.
Por supuesto que no, Nathaniel... os vi.
Me encogí ligeramente de hombros y apagué el cigarrillo en el cenicero.

Cierto, había sido una estúpida pregunta. Chuck y Serena nunca habian sido los mejores amigos precisamente. Claro que a estas alturas cualquier cosa se me pasaba por la cabeza, y me esperaba de Serena, de Chuck y de todo el mundo en general.
Pero su respuesta me sorprendió notablemente.

- ¿Que nos viste? -pregunté con gran sorpresa- ¿Por que nunca me lo dijiste? -pregunté incrédulo.

Asenti tranquilamente a su primera pregunta y saqué otro cigarrillo del interior de mi chaqueta. Saqué el mechero y lo encendi lentamente, sin prisas para contestar su segunda pregunta.
No lo consideré necesario.
Dije con simpleza y di una calada a mi cigarrillo.
Lo único que dudo son tus sentimientos hacia Serena.

Terminé mi porro apagándolo en el cenicero con cuidado. Me recosté en el sofá, el marihuana estaba comenzando a causar efecto en mí, me pesaba la cabeza.
Miré a Chuck fugazmente y después dejé la mirada perdida.
- No siento nada por ella -dije inseguro.

Noté la inseguridad de Nate. No hacía falta ser su mejor amigo de toda la vida para darse cuenta de que aquello no era cierto. Blair me daba absolutamente igual, nunca nos habíamos llevado especialmente bien, y eran comunes entre nosotros los insultos y desprecios, por lo que me daba igual lo que sintiese por Nate.
Ya claro.
Me limité a decir y di una calada de mi segundo porro.

Entrecerré los ojos mirándole. Sabía que no me había creido pero esque tampoco podía decirle que sí sentía algo por Serena, porque quizá no era así y solo estaba confundido. Así que prefería no arriesgar mi relación con Blair por una simple tontería pasajera.
No dije nada, cerré los ojos apoyando la cabeza en el respaldo del sofá.

Suspiré y seguí fumando. Me preguntaba qué pasaría cuando todo eso se resolviese... ¿Se iría Nate con Serena o seguiría con Blair? Me eché hacia atrás en el sofá, imitando a Nate y di otra buena calada al porro. ¿Qué haría esa noche? Podría llamar a las del servicio de habitaciones... no, a esas ya las tenía muy vistas. Probablemente le hiciese una visita a Jenny Humphrey, o quizás a Blair, en cierto modo tenía ganas de discutir con alguien, y ella era mi primera opción en la lista, aparte de Serena.
¿Se lo piensas decir?
Pregunté, no queriendo estar en silencio.

- ¿A Blair? -pregunté sin esperar apenas una respuesta. Negué con la cabeza. Aunque quizá sí que deberia hacerlo. Deberia contarle todo a Blair. Lo que pasó con Serena. Pero porque hacerlo ahora? Si había estado un año ocultándolo, podía seguir haciendolo sin problemas. O no, porque ahora Serena estaba de vuelta. había vuelto de nuevo, ¿y si se lo decía ella? No. No ser arriesgaria a perder a su mejir amiga de este modo tan estúpido.

Ni siquiera sabía por qué se lo había preguntado, era obvio que Nate no se lo diría. Quizás la quisiese demasiado como para dejarla escapar de ese modo. No entendía por qué seguía con Blair, era mala, calculadora, fría... y tremendamente arrogante. Cientos de chicas suspiraban por él en el instituto y él ni siquiera reparaba en ellas. Algo tendría Blair que a él tanto le gustaba, aunque sinceramente, prefería no saberlo.
Asentí tranquilamente ante su respuesta.
Sinceramente, dudo que Serena lo haga.